domingo, 17 de mayo de 2020

14052020

Me desconsuela pensar en ti. No puedo hacer a un lado ni olvidar lo que provoqué hace un año. Me enoja y duele más de lo que supones haberte causado no sólo una preocupación inesperada, una angustia inmerecida y seguramente una sensación  de arrepentimiento por lo que habíamos llegado a hacer; no sólo eso, también una desilusión. No, no creas que me siento con merecimiento como para provocarte dolor. Nada de eso. Pero no era razonable pensar, con todo y la ironía que significa, que en este momento de la vida enfrentaras un nuevo desengaño.

No pienses tampoco ni por un momento que tenga un sentido de victoria (como tu nombre) por el hecho de haber logrado estar tan íntimamente cerca de ti. No. Pienso en tu decisión desinteresada, incondicional y tal vez ilusionada de establecer una alianza  conmigo; quien sabe si en un intento de realizar o revivir, intentar , olvidar, disminuir, ocultar o simplemente trasladar a un plano intangible, irrealizable, algo surgido de un no sé qué de sentimientos e ideas confusas, olvidadas; pero que de alguna forma se entrelazan con vivencias y sucedidos actuales. Lo que no fue y si acaso pudiera ser una especie de fantasmagoría alegórica, una representación tal y como puede ser una puesta en escena, sobre una  historia imaginada, no vivida pero no por eso menos real.

Y entonces resulta que el breve espacio en que pude estar contigo lo he desperdiciado, sin haberme dado cuenta, sin haberlo pensado. Si antes no fue, esta posibilidad de ahora…